negro ónix
El ónix negro, una variedad cautivadora de calcedonia, se erige como una de las piedras preciosas más distintivas y poderosas tanto en contextos históricos como contemporáneos. Esta impresionante piedra, caracterizada por su profundo color negro puro y su notable durabilidad, tiene una dureza en la escala Mohs de 6.5 a 7, lo que la hace ideal para el uso diario. La piedra pasa por un sofisticado proceso de mejora donde el ónix basado en ágata es tratado con azúcar y calentado en ácido sulfúrico, resultando en su apariencia negra característica. Más allá de su atractivo estético, el ónix negro cumple múltiples funciones en aplicaciones decorativas y prácticas. En la fabricación de joyas, es valorado por su capacidad de ser cortado en diversas formas y por su excelente retención de brillo. La superficie lisa de la piedra y su color uniforme la hacen perfecta para grabados intrincados y trabajos detallados de incrustación. Tecnológicamente, el ónix negro ha encontrado aplicaciones en prácticas modernas de sanación con cristales, donde sus propiedades de anclaje son utilizadas en meditación y trabajo energético. La estructura molecular de la piedra le permite ser cortada y moldeada con precisión, haciéndola valiosa tanto en diseños de joyería tradicionales como contemporáneos. Muchos practicantes también la usan en la armonización de campos electromagnéticos y como un escudo natural contra energías negativas.